Hablar de Grecia es hablar de un mapa salpicado de islas, como si los dioses griegos hubieran jugado a lanzar piedras preciosas sobre el Egeo y el Jónico. Los archipiélagos griegos son destinos que mezclan historia, playas luminosas, pueblos encalados y esa sensación de que el tiempo aquí se mueve con la lentitud de una tarde de verano.

Cada grupo de islas tiene su carácter, sus secretos y, por supuesto, su propio modo de tentar al viajero.

Islas Cícladas: la postal griega por excelencia

Santorini, Mykonos, Paros, Naxos. Estos nombres resuenan en folletos turísticos, pero no hay exageración: las islas Cícladas son Grecia en estado puro. Pueblos blancos que parecen construidos para Instagram, iglesias con cúpulas azules que contrastan con un mar que nunca consigue un solo tono de azul.

  • Qué esperar: atardeceres en Oia, molinos de viento, playas volcánicas y vida nocturna interminable.
  • Ideal para: quienes buscan glamour, romance o fotos que den envidia.
Archipiélagos griegos – Isla de Santorini en las Cícladas

Islas del Dodecaneso: historia con vistas al mar

A un paso de Turquía, las islas del Dodecaneso como Rodas, Kos o Symi combinan fortalezas medievales, puertos coloridos y playas tranquilas. Aquí los caballeros cruzados dejaron castillos y los otomanos mezquitas, todo bajo un sol que rara vez se toma vacaciones.

  • Qué esperar: calles adoquinadas, murallas, bazares y un Mediterráneo más oriental.
  • Ideal para: amantes de la historia y exploradores de sabores.

Islas Jónicas: la otra Grecia

Si las Cícladas son áridas y luminosas, las islas Jónicas (Corfú, Zante, Cefalonia) son verdes, fragantes y un poco más italianas que griegas. Su arquitectura veneciana y su vegetación exuberante hacen que parezcan otro país, aunque las playas con aguas turquesa confirman que sigue siendo el Mediterráneo.

  • Qué esperar: pueblos con balcones floridos, bahías secretas y la célebre playa del Naufragio en Zante.
  • Ideal para: quienes buscan naturaleza, tranquilidad y paisajes cinematográficos.
Archipiélagos griegos – Playa del Naufragio en Zante

Islas Espóradas: el secreto mejor guardado

Skiathos, Skopelos y Alónissos son menos visitadas, pero más auténticas. Las Espóradas son boscosas, íntimas y perfectas para perderse en senderos que desembocan en calas solitarias. Skopelos incluso fue escenario de “Mamma Mia!”, lo que da una idea de su encanto.

  • Qué esperar: playas escondidas, tabernas sin prisas y colinas cubiertas de pinos.
  • Ideal para: viajeros que huyen del turismo masivo.

Islas Sarónicas: escapada desde Atenas

Hidra, Egina y Poros se encuentran tan cerca de Atenas que parecen diseñadas para una excursión exprés. Sin coches, con calles estrechas y burros como medio de transporte, Hidra ofrece un viaje en el tiempo. Egina, en cambio, conquista con pistachos y templos.

  • Qué esperar: tranquilidad, arquitectura tradicional y un respiro del bullicio ateniense.
  • Ideal para: escapadas rápidas y viajes combinados con la capital.
Archipiélagos griegos – Templo de Afaya en Egina

Cada archipiélago griego ofrece un carácter distinto: las postales de las Cícladas, la historia del Dodecaneso, la frescura de las Jónicas, la intimidad de las Espóradas y la proximidad de las Sarónicas. La decisión depende del viajero, aunque lo cierto es que no hay elección equivocada: todas son Grecia, todas son mar y todas invitan a perderse con gusto.


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