«Tiempos difíciles crean hombres fuertes.
G. Michael Hopf
Hombres fuertes crean buenos tiempos.
Buenos tiempos crean hombres débiles.
Hombres débiles crean tiempos difíciles.»
Mucho se habla en estos tiempos sobre la Generación de Cristal, la mayoría de las veces sin saber exactamente a que nos estamos refiriendo. El término fue acuñado por la filósofa Montserrat Nebrera para identificar a los hijos de la llamada la Generación X, una generación que debido a las carencias que experimentó tuvo que trabajar y adaptarse a las condiciones adversas de su tiempo.
Según la definición de Nebrera, la generación de cristal nace después del año 2000, por lo que si tienes menos de 22 años estás incluido en esta categoría tan especial… o no. En lo personal, conozco muchos jóvenes nacidos en este siglo que tienen los pies bien plantados en la tierra y quienes peinan canas que bien podrían entrar dentro de esta categoría generacional.
Más que la definición por la edad, es preferible observar el comportamiento de la persona para incluirlo en esta también llamada “Generación de los Ofendidos”, así que analicemos sus características.

¿Cómo se forma un integrante de la generación de cristal?
Los miembros de esta generación normalmente surgen en el seno de una familia con una crianza respetuosa y apego. Sus progenitores, criados en la falta de muchos bienes materiales, han tratado de que sus hijos no carezcan de nada y, con el pretexto de que tengan una mejor calidad de vida, les ofrecen recompensas que no se equiparan a sus esfuerzos ni logros personales.
Muchos estudiosos de los métodos de crianza han analizado este fenómeno, y si bien es cierto que los métodos anteriores de crianza adolecen de ser muy estrictos y basados en un patrón hetero-patriarcal, en la mayoría de los casos en lugar de educar a estos hijos con respeto, amor y apego los padres han relajado tanto los moldes de crianza que la nueva generación presenta patrones sociales no aceptados —y en ocasiones no aceptables— de comportamiento.
Los jóvenes de la llamada Generación de cristal —entre 11 y 21 años— viven tiempos tecnológicos desde su nacimiento. Las nuevas tecnologías se han convertido en extensiones del ser humano y, a la par que abrieron puertas a nuevas experiencias, se volvieron armas de doble filo. Con el Internet se globaliza también el bullying, el ciberacoso, el narcotráfico, la censura, la extorsión, la inseguridad, la violencia, las fuertes presiones sociales, las relaciones no sanas, los momentos de inmediatez, y los tabúes.
Súmele a ello los padres ausentes, las madres que trabajan, los abuelos ya cansados y los vecinos apáticos y tenemos en la mano la receta perfecta para generar esas características que vemos en las nuevas generaciones.

Los 12 fallos de la generación de cristal
Carecen de tolerancia ante la crítica
A nadie le complace que lo critiquen, pero los miembros de la generación de cristal no se detienen a considerar si la razón de la crítica es válida. Simplemente, reaccionan de forma agresiva, escudándose en sus propios argumentos sin considerar los de los demás.
Se frustran rápidamente
Básicamente, pierden el interés o se defraudan consigo mismos cuando algo no sale como quieren a la primera. Están sometidos (de forma real o aparente) a grandes presiones para ser perfectos, aun cuando no han alcanzado la madurez suficiente para decidir por si mismos y de forma consciente dónde están sus intereses.
Son inestables emocionalmente
Aunque este es un problema presente en todo ser humano, la generación de cristal lo exterioriza fácilmente, buscando ayuda y apoyo en lugares o personas que no están cualificados para brindarles auxilio.
Sufren de inseguridad
Nuestra sociedad es más mediática y multicultural, pero también patriarcal y violenta. A los estereotipos y mandatos cada vez más notables y exigentes se suma la presión social, por lo que los miembros de la generación de cristal buscan cada vez más la aprobación y, de no lograrla, se sienten inseguros.
Adicción a la tecnología y grandes habilidades audiovisuales
Nacidos en la era de internet, los miembros de este grupo generacional han desarrollado tanto sus habilidades tecnológicas que se han vuelto adictos a ella. Aunque en principio esto no es algo negativo, lo es cuando va en detrimento de otras habilidades adquiridas fuera del seno de la tecnología.
Desconocen la importancia de los libros y no tienen interés en la cultura.
Otro rasgo de esta generación es el desinterés por la lectura y la cultura en general, tomándolos como cosa antigua y del pasado.
No tienen noción del tiempo
Lo consideran como algo efímero y dificulta el cumplimiento de sus tareas y responsabilidades, tanto en el hogar como en la escuela.
Necesitan tener reconocimiento social
Este viene dado en el mundo real, pero en especial en el virtual donde suelen escudarse tras avatares, personajes que se construyen de cara a los demás usuarios pero que ocultan en muchos casos una baja autoestima.
Son muy sensibles a situaciones cotidianas
Al poseer una baja autoestima y frustrarse rápidamente, no tienen la capacidad asertiva para adaptarse a aquellos cambios en su modo de vida que escapan de su control. Por ello, reaccionan de forma contraproducente o se paralizan ante situaciones fácilmente solubles.
Tienen tendencia a la melancolía
Como obviamente el mundo no se adapta a los estándares que ellos desean, esta situación les hace no disfrutar de las situaciones positivas de su existencia. Ese negativismo les hace tender a la tristeza, por no ser capaces de resolver su situación dada (de su entorno personal o de alguna causa a la que se hayan adherido.
Se victimizan frecuentemente
Tienden a magnificar su situación personal, anteponiéndola a la de las personas que le rodean. De cometer errores, los achacan a factores externos que los oprimen o martirizan.
Muestran fragilidad de carácter
Este rasgo se manifiesta principalmente por la sobre protección que han tenido. La no exposición a factores de crianza que han sido habituales en otras generaciones y el exceso de protección por parte de los progenitores que los exime de responsabilidades no les permite desarrollar un carácter fuerte.

Generación de cristal… ¿Perdidos irremediablemente?
Ninguna generación es perfecta. Ni todo tiempo pasado fue mejor.
Si bien es cierto que el trato con las nuevas generaciones puede ser exasperante, es también el resultado de un cambio brusco en el enfoque de crianza. Estos son tiempos donde el cambio, la evolución y la libertad se imponen y es necesario ir abandonando paulatinamente los viejos esquemas de discriminación, violencia doméstica e imposiciones.
Cierto es también que las nuevas generaciones se involucran en generar cambios notables, aprenden a construirse, a amarse y a amar a los demás, del respeto y de la inclusión. No obstante se debe trabajar con ellos, sin imposiciones, para minimizar el impacto negativo de los rasgos de los que adolecen.
La pasión no tiene por qué ir reñida con la mesura, ni se debe mezclar con el fanatismo. Nuestros jóvenes son apasionados, pero esto encierra el peligro de seguir causas y adoptar posturas que nada tienen que ver con los valores que requiere el mundo en que vivimos.

Escritor, poeta, editor, farmacéutico, guionista, bloguero… En esencia, un amante de las letras y la vida (no por ese orden, claro).