En el pasado ha quedado eso de vivir en el mismo hogar durante toda nuestra vida. Quedarse en casa de los padres o los suegros después de casados, haciendo las reformas necesarias en la casa era algo normal pero ahora nadie lo hace.

Independizarse y vivir en un hogar propio es una necesidad, casi una obligación para seguir los pasos de la sociedad actual. Esto hace que muchas veces nos encontremos en situaciones en la que debemos mudarnos varias veces en poco tiempo, con los problemas que ello conlleva, sobretodo si las viviendas están situadas en capitales, por ejemplo llevar a cabo mudanzas urgentes en Barcelona puede ser una odisea.

Cuando uno es joven el tener que mudarse de casa no presenta gran problema, pero cuando uno ya tiene una edad y no queda otra que moverse de casa puede convertirse ser un suplicio, para nosotros y los nuestros ¡Incluidas las mascotas!

¿Sufren nuestros perros tanto como nosotros a la hora de hacer las maletas, desmontar los muebles y hacer el viaje hacia un nuevo hogar?

Sin duda el proceso de mudarse y cambiar de vecindario puede ser confuso y afectará a nuestro compañero cuadrúpedo. Se trata de un cambio drástico tanto para ti como para ellos y podría afectarles con estrés, perdida de apetito o incluso depresión.

Paquetes, cajas, movimiento inusual,… ellos no entienden qué ocurre y puede afectarles

Preparación de la mudanza

El día que empezamos a embalar objetos y llenar los rincones de cajas de cartón puede confundir al animal aunque no necesariamente le afectará en su comportamiento. Es importante no perder la rutina de salir a pasear con él durante estos días, aunque solo sea unos minutos si tenemos mucha faena por delante.

Una vez empiezas a desmontar muebles y a hacer más ruido la confusión puede aumentar No sabrán donde meterse pues su lugar, el sofá o su cama en donde normalmente descansa, ya no estará allí o tendrá cajas encima. Todo esto le podría causar ansiedad, es importante no dejarles de lado, háblale de vez en cuando, acaríciale y juega con él aunque sea solo unos segundos. Eso lo tranquilizará.

Una mudanza puede afectarles en más o menos medida según la raza

El día de la mudanza

Es el día de mas nervios y ajetreo, tanto para ti como para tu perro. Tómalo con calma, recuerda que hay empresas de mudanzas nacionales que te pueden ayudar mucho en estos casos. Que no se te olvide sacarlo a primera hora de la mañana, ya que luego vas a estar enfrascado moviendo paquetes y se te podría olvidar que tu mascota necesita hacer sus cosas 😉 Además ese día si que será todo una avalancha de confusión para él y luego el viaje puede terminar abrumándolo, y claro, nosotros no tendremos mucho tiempo de estar por él.

Tras la mudanza

Por fin estamos en el nuevo hogar, quedan muchas cajas por abrir y muebles por montar, pero ya respiramos más tranquilos. Habla mucho con tu perro, él sigue confundido, no sabe que lugar es ese. Olvídate por un rato de la mudanza y llévalo a pasear por el nuevo vecindario, nuevo entorno y nuevos olores a los que se irá acostumbrando con el paso de los días, igual que tu.

Al fin un poco de tranquilidad, tu compañía le ayudará a adaptarse al nuevo hogar y a volver a la normalidad

Lo importante es no dejar de lado a nuestra mascota durante estos atareados días que implica una mudanza. No dejes que los nervios te hagan reprimirlo por querer jugar cuando tienes tanto trabajo por delante. Todo lo contrario, hazle más caso que nunca, tanto tu como él lo necesitaréis.

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