En la región de la Alta Austria se encuentra Hallstatt, una pequeña localidad de casi 60 km cuadrados que, en 1997, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y no sin razón, puesto que su paisaje cultural es digno de admiración:

Hallstatt

Este enclave es conocido a nivel histórico por la llamada «cultura de Hallstatt», una denominación que se aplica a una cultura arqueológica comprendida entre los años 1200 y 500 a.C. aproximadamente, periodo en el que se desarrolla el final de la Edad del Bronce y el comienzo de la primera Edad del Hierro. El hecho de que se emplee esta terminología se debe al hallazgo en esta localidad de una necrópolis compuesta por cerca de 2000 tumbas y 6000 objetos, cuya cantidad y significación a la hora de reconstruir el origen de las culturas prehistóricas europeas es fundamental.

El motivo por el que se crearon aquí asentamientos humanos no es otro que la abundancia de yacimientos de sal en la región. La sal fue en el pasado un elemento muy valorado, puesto que gracias a ella se podían conservar y almacenar los alimentos durante largos periodos de tiempo evitando su descomposición. De ahí el que aquellos emplazamientos en que existía esta fuente de recursos se dedicaran al comercio y prosperaran económicamente.

El caso particular de Hallstatt es digno de mención, ya que se ubica junto a la montaña y el único modo de acceder allí hasta el siglo XIX era a través del lago o de estrechos senderos, lo cual no frenó su desarrollo.

IMG_20160209_113021_1

En el año 1890 se construyó el primer camino importante que da acceso a este enclave, y la carretera por la que se puede llegar a día de hoy se remonta a 1933.

Hallstatt

A pesar de este relativo aislamiento, Hallstatt prosperó, como se decía, gracias al comercio de la sal y, hoy en día, es un importante centro turístico tanto de esta región en particular como del país en general.

Existen visitas guiadas, paseos en barco por el lago para acercarse hasta los pueblos de la otra orilla, varios hoteles y un museo que contiene destacadas muestras de la cultura del lugar. Una de las cosas que más llama la atención es un punto en el que aparcan autobuses que trasladan a grupos de turistas, en el cual se puede encontrar toda la información del lugar en varios idiomas (alemán, inglés, francés, etc.) y en el que también hay folletos escritos solamente en chino; tal es la importancia de las visitas de turistas de ese origen.

Uno de los famosos turistas que visitó este lugar fue Alexander von Humboldt, incansable viajero, naturalista y humanista que vivió entre los siglos XVIII y XIX, quien dijo de este lugar, no sin motivo, que era el pueblo junto a un lago más bonito del mundo. Y es que da igual en qué época del año se acuda a visitarlo, las vistas son siempre espectaculares.

Hallstatt

 

Share this post

Utilizamos cookies propias y de terceros para realizar el análisis de la navegación de los usuarios y mejorar nuestros servicios, también para mostrar publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación.