¡Muy buenas!
Antes de continuar me gustaría desearos un muy feliz año 2016 a todos, estrenándolo con este post reflexivo. No sé si será de lo que esperéis por estos lares, ni si quiera si sería de recibo que fuese admitido para publicarlo. Sin embargo, he creído propicio poder hablar del tema con cierta profundidad en una entrada al respecto de una temática que compartimos: escribir en un blog.
A decir verdad, es algo que ha surgido de golpe por una situación personal, nunca había pensado que necesitara hablar de ello ni si quiera en mi propio blog. Y sé de buena mano otros lugares donde ha ocurrido ya que, según parece, no existe la originalidad. Bien es cierto que puede ser complicado y que no todo el mundo sea igual de creativo. De hecho, aquellas personas que tienen gustos dispares y exponen en sus espacios temáticas variadas (como me suele ocurrir a mí misma), no tenemos por qué considerarnos «originales» en ese sentido, pero sí creo que todos buscamos nuestro hueco haciendo las cosas a la manera que nos apetece.
El llamado «contenido original» no siempre quiere decir que tengas que inventar algo nuevo. Muchas veces puede indicar, únicamente, que tengas unas formas concretas de hacer algo (bien sea más formal o en clave de humor, por ejemplo). Según mi experiencia personal en los casi cuatro años que llevo blogueando a conciencia, considero que uno debe ser fiel a lo que le gusta, sin pretender sobrepasar a nadie pero, desgraciadamente, también me he topado con muchos bloggers que pretenden hacer de su hobby una profesión a costa de pisotear otros espacios.
Copy-paste, Clipboard o el típico «copia-pega»
Soy de las que piensa que en la Era de la Información en la que vivimos, es extraordinaria la existencia de los distintos medios de comunicación que manejamos. No obstante, si eres una persona honrada y quieres copiar algo de algún sitio, debes citar la fuente de procedencia. Considero que es el mínimo respeto que se le debe a la persona que ha escrito un artículo y existen muchas formas de hacerlo bien: utilizar comillas para citar una frase concreta o hacer referencia directamente a la URL del susodicho artículo.
En cuanto al uso de imágenes, como ya sabréis al ser una de las cuestiones que se han tratado en GenBlog, existen páginas de dominio libre de las que se pueden extraer fácilmente sin necesidad de atribución al autor. Pero por supuesto también se pueden tratar otras opciones como citar al autor y la procedencia de la misma o pedirle permiso para ello.
Con esto quiero hablaros de mi experiencia personal, la que ha motivado este artículo. No siempre las formas de copiar a otra persona están relacionadas con lo que escriben, sino que se puede dar con la temática seleccionada y el cómo se suele dar. Por ejemplo, en mi caso, tiendo a utilizar la página de Facebook de mi blog como si fuera un contenedor de artistas que he tratado, y Pinterest como un medio para guardar las imágenes que quiero utilizar, bien para referenciar a los autores, bien para hacer recopilaciones sobre un tema concreto.
Con esto me di cuenta de personas con las que ha surgido una competitividad extraña en blogger al ver que estaban no sólo copiando mi forma de hacer artículos, sino utilizar la misma recopilación de imágenes. Puede parecer una estupidez, ya que a esas imágenes puede acceder cualquiera, pero me resulta curioso que sea justamente la misma…
Eso me ha llevado a pensar que, si tienden a adelantarse con las publicaciones y atribuirse ese «mérito», ¿qué ocurrirá cuando lo hagas tú? ¿Te tacharán otras personas de haber copiado a fulanito? ¿De plagiador?
¿Qué pensáis vosotros?
¿Os ha pasado algo similar o conocéis casos de bloggers que hayan sido copiados?
¡Contadme, nos leemos!
Malagueña del 89, Historiadora del Arte, masterizada y blogger en paro. Aliada de la cultura, lectora editorial y dibujante en ratos libres. Riendo se vive mejor |Hakuna Matata es mi mantra diario