Se dice que una parte del trabajo en comunicación se invierte en las creaciones de contenidos y en las publicaciones en redes sociales. Si bien es cierto debemos tener en cuenta que no solo nos debemos a eso.
Se acostumbra a automatizar las comunicaciones con herramientas externas, por un lado disponemos en nuestra web o blog con herramientas que permiten conectarse a las principales redes sociales y poder así programar en nuestros perfiles o páginas de empresa de estas redes. Hasta aquí tiene sentido, dado que si nuestros seguidores se acostumbran a leernos un día concreto a una hora en concreto veremos que es mucho más fácil que sea una máquina la que «siembre» esos contenidos.
Lo que siempre debemos tener en cuenta es que nuestros seguidores nos leerán cuando tengan un momento para hacerlo, no por que seamos los más guapos del barrio se van a estar pendientes de nuestras publicaciones. A menos que seas «el Corte Inglés» que lanza sus campañas y parece que el mundo se detiene si por la razón que sea sus contenidos se retrasan unos minutos.
Dicho esto debemos tener un calendario de publicaciones lo más afinado posible, publicando justo antes de lo que es necesario, y aunque pueda parecer que se perderá en la inmensidad del ciber-universo podemos hacer un poco de fuerza desde las redes sociales, y así que nos lean mañana, tarde o noche… en el momento que nuestros seguidores nos ceden unos minutos.
Desde los departamentos de comunicación, ya que están permanentemente a la escucha debemos aportar a los «programadores» de contenidos la información necesaria para que todo funcione a la perfección. Sabiendo que en cualquier momento puede cambiar la tendencia y que por tanto hay que modificar esas fechas y horas.
Los que se dedican a la programación y compartición sistémica y sistemática mediante las herramientas sin hacer una lectura de los datos se van a encontrar que aunque sean parcialmente leídos pueden perder muchos impactos o que leads y KPI no estén colocados en el sitio adecuado, o midiendo acciones justas, lanzando acusaciones hacia los equipos de redacción por no aportar contenidos del valor adecuado.
Podemos programar contenidos, pero eso no nos excusa de estar a escucha, las redes sociales aportan verdaderos portales en los que enseñar nuestro producto pero debemos escuchar y ajustar. Las respuestas automáticas tienen el mismo problema, solo que aún nos van a marcas como SPAM. ¿Quien no ha hecho un follow y recibe un DM diciendo que vayas a Facebook? o ¿quieres el libro para hacerte millonario en 15 días?.