Cómo motivarse para hacer ejercicio y alimentarse bien en invierno
Pero qué bien se está en casita durante el invierno, lejos del frío y de la lluvia, comiendo sin parar porque total, si llevamos muchas capas de ropa, qué más da coger un par de kilos de más si luego se pierden en verano. Error, querido lector. El invierno no es una excusa para desmotivarse, para comer mal ni para dejar de hacer deporte regularmente. Da pereza, lo sabemos, pero hay que hacer un esfuerzo y no dejarse convencer por el hueco que tan bien tenemos hecho en el sofá.
Encontrar motivación para hacer ejercicio
¿Cómo motivarse para ir al gimnasio, a la piscina o, lo que es peor, correr unos kilómetros en plena calle?
- Busca una actividad que te motive. Si salir a correr sin motivo ni objetivo alguno provoca que acabes por abandonar, no dudes en buscar una actividad que sí te guste y te motive, o en su defecto alguna colectiva en la que un profesor te marque el ritmo y te “obligue” a hacerlo bien.
- Márcate unos objetivos y haz del deporte una prioridad. Entrar en una rutina en la que están descritos ciertos objetivos (correr una carrera de 10 km, después una media hora de maratón, bajar de peso, aumentar tu fuerza, ser más flexible, etc.) hará que el deporte sea para ti una prioridad, además de que a medida que consigas esos objetivos ¡avanzarás y conseguirás otros! Y si los consigues y te acabas por desmotivar, pues cambia de actividad.
- Busca compañeros de fatigas o un personal trainer.Si consigues tener a tu lado a alguien que está muy motivado habitualmente conseguirás contagiarte. Otra opción es buscarte un deporte grupal en el que te diviertas y se convierta en un momento social (¡no puedes faltar al partido semanal!). Y si resulta que eres un completo negado, búscate un personal trainer que te “obligue” a moverte y a marcar esos objetivos y conseguirlos.
¿Y para comer bien en invierno?
Una cosa viene con la otra; es decir, si te propones unos objetivos deportivos, la comida tiene que ir de la mano, pues es la base para rendir bien, no aumentar de peso y tener la energía suficiente.
- Bebe mucha agua. Tu cuerpo no funcionará bien si no consume la cantidad de agua necesaria (unos ocho vasos diarios), así que es muy simple: hidrátate bien para tener la energía suficiente y no desarrollar ciertas carencias asociadas a la falta de agua.
- Come cada cuatro-cinco horas. Esto evita que comamos de forma compulsiva y que nuestro organismo tenga que guardar grasa por pasar muchas horas sin probar bocado. Lo ideal según los nutricionistas: desayuno, aperitivo a media mañana, comida, merienda, cena y algo antes de ir a la cama (un vaso de leche, por ejemplo).
- Aprovecha las sopas. Si están cocinadas en casa (es decir, no vienen en polvo) tienen un alto aporte calórico, además de que ayudan a incrementar la temperatura del cuerpo. Y si prima la verdura en ellas, cumplirás el objetivo de cinco piezas de fruta y verdura al día aconsejado.
- Come carne. Hasta dos veces a la semana.
- Come verdura con los guisos. Las ensaladas no son muy apetecibles en invierno, pero los guisos están muy ricos y llenos de verduras.
- No te olvides de los huevos y el pescado. Es recomendable comer pescado dos veces por semana y huevos de dos a tres por semana.
Fan de WordPress y la tecnología. Emprendedor digital desde 2009, hago un poco de todo en internet.