Las cáscaras de mandarina tienen unas propiedades que contribuyen a combatir las células cancerosas, según estudios recientes que han confirmado su eficacia.
La cáscara de este cítrico está cargada de antioxidantes que nos van a ayudar a destruir los radicales libres, contribuyendo a detener el envejecimiento prematuro y a eliminar y a prevenir la aparición de las células cancerígenas.
Además de todo esto, sus efectos antioxidantes y antibacterianos ayudarán a limpiar nuestra sangre, subir nuestras defensas, controlar la presión sanguínea, evitar la retención de líquidos, y a mejorar la absorción de nutrientes por nuestro organismo con la digestión.
Cómo preparar un té con la cáscara de la mandarina
Este té te ayudará a prevenir el cáncer, pero no olvides que nunca podrá sustituir a ningún tratamiento médico si ya padeces esta enfermedad.
Lo primero que tenemos que hacer para preparar esta infusión es lavar a conciencia la cáscara de la mandarina para eliminar cualquier tipo de pesticidas y la dejamos secar al sol durante uno o dos días. Una vez que se haya secado, lo que tenemos que hacer es mezclarla en un recipiente con agua hirviendo y dejarla reposar durante unos minutos. Hay que tomar una taza de esta infusión al menos durante tres veces al día.
No tienes que estar preparando una taza cada vez que quieras tomar, puedes preparar por la mañana las tres tazas del día y calentarla cuando la vayamos a tomar. Recomendamos utilizar una cáscara nueva cada día, ya que así obtendremos la cantidad de antioxidantes que pueden beneficiar a nuestro organismo y conseguir el máximo rendimiento. Además de ayudarnos a prevenir el cáncer, tomar esta infusión cada día ayudará a que mejoremos nuestro sistema inmunológico, ya que en la cáscara de la mandarina es donde residen y están concentrados la mayoría de antioxidantes más potentes de esta fruta.
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